Esté donde esté, me acompaña el único Espíritu, Dios, Cosmos, Universo, que es el bien infinito, la sabiduría infinita, la armonía infinita y el amor. No puede ser de otra manera. No hay dualidad. No hay ningún problema que no tenga solución. No hay preguntas sin respuestas. Ahora elijo ir más allá del problema y buscar, según la correcta acción Divina, la solución de cada discordia que me pueda parecer que surge en la atmósfera verdaderamente armoniosa de mi mundo. Me dispongo a aprender y crecer a partir de esta discordia y esta confusión aparentes. Me libero de toda culpa, y me vuelvo hacía mi interior para buscar la verdad. Afirmo para mí y para todas las personas que forman parte de mi vida: paz, seguridad, armonía, un profundo amor por nosotros mismos y la buena disposición para amar a los demás. Me centro en la verdad y la vivo con alegría.
LOUISE L. HAY
